"Las personas se miden por la soledad que soportan,
y la mía es mi mayor capital"

apetito morboso.



Me caí por el agujero más inmenso del mundo. Un pozo negro e infinito que me devoraba a una velocidad fugaz. Y en la caída, no era capaz de inmutarme. Mis alas no respondían, ni siquiera podía gritar; y aunque el aire se filtraba a través de mi herida, no sentía el dolor oprimiéndome el ala. Y al llegar al suelo, sin notar la punzada y la fatiga del impacto, me rodearon.

Todas las aves, todos los pájaros que había visto a lo largo de mi vida, incluso aquellos de los que apenas sabía detalles, me rodearon; algunos no eran más que manchas borrosas y difusas, cuerpos deformados y enfermos, inexistentes. Pero todos tenían algo en común: el reflejo del hambre en sus pupilas, el rugir del vientre y sus estómagos, el deseo de la carne entre sus lenguas. Incluso Wendy me contemplaba deseosa de saciar su apetito morboso.

Los búhos, los que me habían atacado hacía unas horas, tomaron posición al frente como los líderes de aquella extraña bandada. Pero ahora eran más escuálidos, más altos, con sus ojos profundos y ojerosos. El apetito les escapaba por la boca como una larga y elástica cuerda de saliva. Todos y cada uno de aquellos pájaros estaba deseoso de ver mi sangre en aquella tierra oscura y mis restos reposando en sus esqueléticas tripas.

Ni siquiera me moví. Ni siquiera hubo miedo revolcándose en mi pecho. Tan solo resignación. Al menos así llenaría estómagos ajenos.

Y me atacaron. Tiraron de mis alas y rompieron mi cuerpo pedazo a pedazo. La tierra no era más que un charco de sangre, un lago con sus respectivos afluentes derramando de los picos de los pájaros; y yo no era más que un puñado de plumas desperdigadas por el suelo. 

Se había acabado. Y apenas lo sentí.



Cuatro meses sin decir ni pío, y el chiste ni hace gracia.
Pero la historia de Alatriste y Wendy tiene que terminar, y no voy
a dejar nada a medias (o al menos eso intento).
Sólo que, tranquilidad, este no es el final.

Me gustaría decir que voy a volver con regularidad, 
pero sería mentira.
Que esto va por rachas más que inspiración,
o por etapas, o fases, o como se quiera llamar.
Y no puedo sacar nada si no está ahí rogándome salir..
Pero de vez en cuando me dejaré caer.
Digo yo.
Espero.

Pero muchas muchas gracias a los seguidores que siguen creciendo poquito a poco. 
De verdad.

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