Hostia
puta, las ganas que tengo de ti
y
lo poco que digo verdades.
Que
lo daría todo por que me comieras
a
besos las heridas de las piernas,
y
quizá alguna rotura que se escapa entre los muslos.
Y
tirar la mierda al suelo y buscarte la boca,
porque
suena tan desesperado como es.
Porque
se me revuelve el vientre bajo
con
sólo pensar en tus labios,
y
ni siquiera doy pistas por no decir de más.
Pero
yo murmuro que te odio
las
veces que hagan falta
con
tal de que insistas en sacarme las palabras.
O
los gemidos.
O
vete tú a saber qué se te ocurre.
Como
tus manos deambulando,
en
plena exploración.
Que
lo mismo me levantas la falda
o
me bajas el vestido;
y
vas a ver cómo me delatan las mejillas y el ardor.
Me ha encantado. Desde la primera hasta la última frase. De todas las secciones de tu blog, las de poesía son de mis favoritas. De hecho, la número "X" (que tienes por aquí puesta) me perfora y me traspasa y me deja para el puto arrastre.
ResponderEliminarQué delicadas e intensas son tus palabras. Un gusto leerte, saludos.
ResponderEliminar(Me has dejado sin palabras que pueda poner fuera del paréntesis).
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