"Las personas se miden por la soledad que soportan,
y la mía es mi mayor capital"

animales.

Los besos caían justo donde tenían que caer, amenazantes e indoloros como agujas de acupuntura que se clavaban en la piel de Lauren y la hacían vibrar, esparciendo los relámpagos por cada maldito rincón.

El pelo era un nido revuelto en mitad de las sábanas. Los ojos parecían perdidos en la niebla, en mitad de los nubarrones que Ryan despertaba y en el corazón de la tormenta que se hacía visible a cada mordisco. La respiración agitada era como el viento que a cada sacudida violenta agitaba los árboles.

Cuando ambos ojos coincidieron, Lauren se sintió pequeño y minúsculo. En cada gesto de Ryan no había otra cosa que no fueran ganas y deseo, pero sus ojos estaban tan asustados como los de Lauren; un miedo invisible que les cubría la piel perfectamente camuflado.

Porque en el fondo no dejaban de verse como puros animales. Como la liebre panza arriba que temblaba y exponía las heridas y el lobo que enseñaba los colmillos y aun así luchaba contra el hambre que escapaba por su boca.

4 comentarios:

  1. Al final no somos más que puros animales haciendo de personas y creyéndose civilizados, pero cuando se tratan de algunos aspectos, como el sexual, se nos va demasiado la cabeza como para no creernos que venimos del mono y que somos un poco animales(unos más que otros, todo hay que decirlo.)

    un abrazo enorme.

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  2. Dices animales y yo pienso en dos cachorros de lobo, que aún no saben de qué va la vida y todo lo que se puede llegar a ser.
    Tú siempre tan haciendo vibrar con tus palabras <3

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  3. Nuestros deseos nos hacen animales, por mucho que queramos esconderlo. Cuando nuestras emociones están envueltas, dejamos de lado toda razón. Un abrazo.

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  4. Qué ganas de morder, así, tan de repente. Tan inofensivas como amenazantes. Lauren y Ryan son electrizantes, de verdad. Como fieras.

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