El
amor no me va a salvar la vida,
porque
mi vida es una espada manchada y oxidada,
un
arma de hierro implacable
que
amenaza siempre con herir
la
piel de todo aquel que se acerque y la roce;
es
un pájaro que me arde entre las manos,
una
bestia recién nacida con los ojos
llenos
de ansia y de sed,
de
cielos abiertos y montañas que palpitan
donde
todo se antoja animal.
Y
puede ser que el amor me ayude,
que
me agarre el aliento
me
manche la piel
me
seque los ojos
y
me haga derribar pilares,
pero
nunca nunca nunca
me
apretará el pecho
ni
me apagará la luz.
Porque
estas manos sucias de metal hiriente
no
aspiran más que a limpiarse,
a
cerrar los ojos y
encajar
la espada en
una
piedra que no duela;
a
ver el peso hacer vacío en ellas.
El amor ayuda, pero no es quien cura. Las heridas sólo las puede curar uno mismo, el óxido sólo se cura con nuestras lágrimas, el tiempo y los abrazos de quienes estuvieron, pero no de otro amor caduco que finge estar o que prometió que lo haría.
ResponderEliminarabrazos fuertes.
Mateo 4:17 Arrepentios, porque El Reino de los Cielos se ha acercado. Mateo 18:11 Porque El Hijo del Hombre ha venido para salvar lo que se habia perdido.
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