"Las personas se miden por la soledad que soportan,
y la mía es mi mayor capital"

CXVI

He visto el hambre asomando en tus ojos
y me he preguntado cómo nacería en mí
si palpitaría en mis manos, en mis piernas
si boquearía en mis labios
como lo hacía en mi Madre cuando ella miraba el árbol maldito
que le mojaba los muslos.

Porque aunque tengo hambre y me faltan manos
y brazos y piernas
y tripas que se aprietan
y pechos que no paran de correr
mientras el frío se rompe en la noche,
lo que de verdad me preocupa es la sed.

El hueco que se alza al estómago
y se esconde tras la piel y ruega
en susurros cobardes
que sea tu voz la que resuene en este abismo
que sean tus dedos los que se agarren a esta piedra.
Porque apenas tengo días que contar con los dedos de una mano
pero ya tengo rota la garganta sólo de pensar en sentimientos
en el invierno
que sabe a verano.

Porque tengo la boca hecha agua sólo de pensar
en seguir llenándome el pecho contigo.

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