Tengo
fantasmas hablándome al oído
tengo
fantasmas meciéndome en canciones
de
bosques abiertos
de
lenguas nubladas
de
besos marinos
y
no he tenido que cruzar los dedos al jurarles
que
yo ya conozco el sabor de la sal
cuando
cada mes me moja los labios
y
entre estación y estación
nunca
hay riesgo de sequía
que
he confundido el verano en la boca
y
ahora creo notar las olas
lamiéndome
el ombligo
mientras
es tu risa la que suena
como
el verso más precioso
entre
el cantar de las sirenas.
(cuando te leo lo que más me flipa es la idea de que lo mismo el poema te ha salido así ya a la primera, sin retoques ni filtros)
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