Es
mentira:
la
manzana nunca habló
del
pecado que nos late entre las piernas
sino
del que duerme en silencio en el pecho
virtuoso
y elegante
y
manchado de veneno
Como
un pozo a desbordar de pipas de cianuro.
Si consigo sacar un poemario de estos versos
daré mucho mucho las gracias.
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