– Shh... Respira..
Las pulsaciones se marcan
en su nuez, rápidas, certeras,
como una soga invisible empañada del sudor de un cuerpo que ve su
propia muerte reflejada en las pupilas ajenas; el miedo corrupto de
un alma que derrama su vida lentamente por la boca, ceñida ésta con
el harapo manchado de sangre que le insta a apretar la mandíbula. Y
un gemido ronco, los puños apretados, las rozaduras hirientes de las
cuerdas que le oprimen la piel y le imposibilitan la huida.
Ruina se sienta a
horcajadas sobre el cuerpo desnudo de un hombre sin suerte,
disfrutando del juego de miradas entre sus ojos dilatados por el
pánico y el tembleque de su miembro. El patetismo del ser humano le
arranca una sonrisa divertida, y roza con sus uñas afiladas la punta
de aquel órgano sensible; una diminuta hilera de sangre se escurre
entre sus dedos, y él cierra los ojos con fuerza mientras un alarido
de terror escapa de su garganta maltrecha.
– El ser humano es
tan divertido.. es como si no hubieseis avanzado en décadas. Os
dedicáis a superaros día a día en tecnología, en lo que creéis
que es conocimiento, pero en realidad seguís siendo los mismos
necios y continuáis rindiendo culto a los mismo dioses, a las
mismas esperanzas banas y absurdas, aun cuando os han abandonado
–su risa hilarante tiñe el silencio de la habitación, y Ruina
desliza sus manos por el cuerpo del hombre hasta llegar al pecho,
donde vuelve a recrearse en el mismo regocijo de caricias–. Y en
días como hoy os distraéis burlándoos de seres más antiguos que
vuestra propia existencia. Sois tan temerarios... ¡Capaces de
salir a la calle en la piel del diablo cuando en realidad no sois
más que chiquillos asustados!
La mujer se relame los
labios con su afilada lengua, sintiendo bajo los dedos el compás
acelerado de un corazón pronto marchito, y saborea la sangre en su
boca antes incluso de que su saliva pueda envolver el jugoso premio.
– No sé qué os
resulta tan gracioso. ¿Qué tenemos de divertido los demonios?
Antes los hombres temblaban con tan solo oír mi nombre, y ahora...
Ahora tembláis cuando estáis en la cama, porque resulta que os
puede más la polla que vuestra propia vida. Sois patéticos.
Las garras punzantes de
Ruina penetran al instante la carne pálida del pecho y el hombre
arquea su espalda como si fuese un movimiento en cadena, un curioso
juego causa-efecto; y cómo
la nefasta caída de una pieza de dominó fatal, la mujer extrae con
soltura el tesoro vital, a la vez que la luz se apaga en las pupilas
humanas.
Sus ojos se deshacen de gozo ante la escena, y su lengua
recorre la piel de la muñeca limpiando la sangre derramada, completamente extasiada por el manjar en su mano.
– Bon appétit.
Cosas de esas que me obligo a escribir.
Que se note que es (fue)
Que se note que es (fue)
Halloween.
Lovely.
ResponderEliminar¡ Hola !
ResponderEliminarYa me imaginaba que iba dirigido a halloween.. jajaj
pero también es cierto que lo has mezclado con una realidad.. y es la gran debilidad del ser humano.
por cierto, ¿ eres una de las creadoras de la nueva revista mantequilla y sal?
¡ Un saludo !
Más que creadora, colaboradora. Pero sí, vamos, participo en ella :)
EliminarBesos!