Seguí
retorciéndome sobre mí mismo, agitándome y llamándola, pero ella
permanecía inconsciente. Casi había conseguido escapar por
completo; me encontraba en el filo, en la extremidad de aquel
asqueroso brazo de madera. Una vez en el suelo, daría igual lo que
hiciese. Tiraría de Wendy, nos esconderíamos... no importaba tanto
el qué haría como el no dejarla sola. Pero todo estaba saliendo
mal, y yo no pude hacer otra cosa que quedarme mirando, paralizado.
Los
niños vieron a Wendy y se colocaron a su alrededor. Apenas podía
distinguir si seguía respirando o no, y temblé con fuerza. Mi miedo
respiró hondo, y yo copié el movimiento. Las pulsaciones me
apretaban la garganta, me atravesaban los oídos, me oprimían el
pecho y me afligían daño en las costillas. ¿Y mi miedo? Mi miedo
se revolvía en mi costado, en pleno ataque de ansiedad, y llamaba al
miedo de Wendy con gritos desesperados. Y yo le imitaba, sin dejar de
llamar a mi gorrión.
Hablaron
entre sí, intercambiando miradas, y tras unos segundos se apartaron
de donde se encontraba Wendy, devolviéndome la vista de la escena.
Allí no quedaba nada, ningún pájaro herido, ningún tipo de
libertad; tan sólo dos machas de sangre en la escarchada hierva: una
de Wendy, otra de su miedo. Me sacudí, notando los nervios a flor de
piel, erizándome las plumas, y chillé de nuevo el nombre de Wendy
mil veces más, desesperado, con el miedo y la impotencia galopando
por mis venas de la mano. Se la llevaban; se la llevaban y yo no
podía hacer nada. Sólo podía sangrar: de culpa, de pena, de miedo.
Qué angustia, he podido sentirla entre mis costillas, hasta se me ha hinchado. auch
ResponderEliminarbuena entrada
(abrazo
de oso polar
y muchos crêpes)
Pobre Wendy, qué lastima. Si por mi fuera exterminaba a todos los cazadores del mundo, jolines
ResponderEliminarabrazo,
explosivo.
ser consciente de que la melodía más bonita del mundo está a punto de dejar de sonar para siempre, pica, quema hasta rozar la locura.
ResponderEliminar(cuando tenga un hueco, me leeré todas las entradas de golpe. lo merece.)
muá, bonita.
¡ Hola !
ResponderEliminarDios.. que entrada.. que pena el final..
tiene que ser un dolor inmenso ver como se llevan a un ser querido y tu estar delante y no poder hacer nada..
Tiene que dar una impotencia..
¡Un saludo!