"Las personas se miden por la soledad que soportan,
y la mía es mi mayor capital"

boceto en sucio.


Soy el pelo, los rizos, las manos finas de mi madre, que enmarcan mis pupilas grandes; los ojos pardos, los hoyuelos, la sonrisa de mi padre. El recurrente dolor de estómago ante los nervios del momento, la caricia de cabello como señal de auto control. El tic innecesario en los dedos, los dientes recurriendo a unas uñas ya mordidas. La boca y la nariz torcida y los labios delgados; el rosa pálido a juego con la piel. La risa exagerada, que no a posta ni falsa. El frío enquistado en la carne, la flema constante y pesada. Las rodillas con trauma, siempre a punto de rotura, siempre temblando por miedo. Las manos y los pies pequeños, y el cuerpo más grande que yo; toda yo. 




Llevo meses sin decir nada de nada, y aquí estoy, 
con algo que también es nada de nada. 
Algo perdido por uno de tantos cuadernos. 
Que no me voy, que no abandono...
sólo que me olvido fácil.

5 comentarios:

  1. (pues qué guapa es aquella que se ve reflejada en esta entrada. Tan sencilla, tan humana, tan como se debe de ser)

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  2. Ay, Elito. Tienes que enseñarnos tus letras más a menudo :)

    (Me ha encantado).

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  3. ¡Cuánto tiempo!
    A mi me gustan tus entradas, ¡escribe más a menudo!

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  4. Tan humana. Eso es.
    Me encanta, porque muestra la imperfección, algo de lo que uno no debería avergonzarse.
    Espero que, aunque olvides fácil, recuerdes de vez en cuando.

    abrazos ( de oso )

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